FELICES EN LA CORRECCION!

“He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga;Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso” (Job 5:17).

Es feliz porque la corrección tiene el propósito de conducirlo por caminos de bienaventuranzas y paz. Es feliz
porque no existe dureza innecesaria en esta corrección. Es feliz porque el castigo no es en contra de él pero contra sus peores enemigos — los pecados. Es feliz porque recibe palabras abundantes de consolación. Es feliz porque el Señor castiga a quien ama. Es feliz porque se lleva aflicción es momentánea.

Cuando nuestra vida esta llena de caminos floridos y perfumados, concluimos que somos muy bendecidos. Cuando
enfrentamos luchas y problemas, nos sentimos separados, abandonados por Dios y, de cierta forma, punidos por alguna cosa que hicimos. Cuando todo va bien creemos que somos felices y cuando las cosas están complicadas para nosotros,creemos que somos las más infelices de las criaturas.

Pero la Palabra del Señor nos muestra que podemos ser felices en ambos los casos. Debemos alegrarnos cuando el brillo de Cristo está en nosotros y nuestras actitudes glorifican su nombre y también cuando el Señor nos corrige,revelando que nuestro brillo está debil o no existe más y que necesitamos reavivarlo. Las dos situaciones muestran el amor de Dios para con nosotros y que solo tenemos motivos para engrandecerlo.

Aún no sintamos la reconciliación del Señor, sabemos que Dios está actuando en nuestras vidas espirituales y que grandes cosas empezarán a acontecer. Él nos limpiará de todo mal, ahuyentará el pecado que nos agrede, impedirá que la desesperanza nos venga visitar, removerá de nuestros corazones todas las dudas e incertidumbres, llenará nuestras lámparas con el aceite de Su Espíritu, y nuestros caminos volverán a ser floridos y perfumados.

¿Cree que no es feliz porque pasa por momentos de angustia? ¡Puede ser apenas una leve corrección del Señor! Sonría…tiene todo para ser muy feliz.